El Marketing y sus herramientas están dando un giro de 360 grados en la actualidad. Ya no es suficiente con detectar necesidades y satisfacerlas de forma rentable (sostenible) para la empresa. El consumidor quiere el producto/servicio que necesita, en el momento y lugar que lo necesita y a un precio al que esté dispuesto a pagarlo… pero, hoy tiene en cuenta la misión, la visión y los valores de la empresa a la que adquiere su producto/servicio. Sostenibilidad, Equidad, Medioambiente, Impacto Social… comienzan a ser atributos exigibles a las marcas y empresas, porque el consumidor los considera en su elección.
Estamos ante el Marketing 3.0, según P. Kotler, cuyas diferencias respecto de etapas anteriores son, según este autor:
En la primera etapa, con un enfoque puro de ventas, Marketing se reducía a vender todo lo que se producía en las fábricas a todo aquel que estuviera dispuesto a comprarlo. Era el producto y la reducción de sus costes de fabricación, el centro de todo el sistema. En la segunda etapa, con la llegada de la era de la información, las empresas comenzaron a segmentar el mercado y a desarrollar productos superiores, diseñados específicamente para determinados segmentos del mercado. El centro del sistema pasa a ser el consumidor. En la tercera etapa, la satisfacción del consumidor sigue siendo la prioridad, sin embargo este exige que las empresas planteen valores, misiones y visiones orientados a mejorar el mundo, aportando soluciones a los problemas actuales de nuestra sociedad.
No debemos confundir el Marketing 3.0 con conceptos como el marketing emocional, marketing de responsabilidad social, marketing de valor de marca, marketing con causa, social media marketing y un largo sinfín de nuevos conceptos relativos al Marketing (…) Hoy en día, ya no basta con llegar al corazón emocional del consumidor, debemos ir más allá; debemos tocar su alma (Barrado, M.). El consumidor valora la integridad de las empresas, valora que marca, posicionamiento, cultura y proposición de valor sean coherentes y reflejen sus preocupaciones y sus valores.
El consumidor exige empresas humanas (orientadas a las personas), sostenibles (económica, social y medioambientalmente), íntegras (con una fuerte presencia de valores éticos, credibilidad y transmisión de confianza), excelentes (con altos estándares de calidad y orientadas a la satisfacción del cliente) y auténticas (misión, visión y valores son más que una declaración de intenciones, es la forma de actuar, es la cultura de la empresa).
Una nueva forma de enfocar, interpretar y operar la empresa para atraer a un consumidor que quiere mejorar el mundo.