Hace una semana, se publicó un estudio de la Oxford Martin School, que alertaba de que casi la mitad de los empleos que existen hoy en Estados Unidos son susceptibles de sufrir un cambio drástico: la informatización (y/o robotización). Sobre todo, este riesgo afecta a los sectores de logística, el trabajo administrativo y el transporte.Lo cierto es que cuando las tareas son rutinarias, repetitivas, automáticas…. o cuando se ven sometidas al empleo de gran cantidad de información, por varios motivos, su informatización resulta más rentable que la contratación de personas para que los lleven a cabo. Trabajos donde pensar y/o la interacción social personal no es fundamental, serán el objetivo de la informatización y robotización.
Este estudio ha de activar la alerta, sobre todo entre trabajadores con baja cualificación, puesto que la empleabilidad futura depende de la adquisición de habilidades creativas y psico-sociales. Trabajos como el telemarketing (l@s operador@s), expendedores (que no vendedores), conductores y taxistas, reponedores, etc. tiene un alto potencial de informatización y robotización porque no se requiere un alto grado e interacción social. Incluso algunos se informatizarán por seguridad (Ej. cajeros o vigilantes).
Si nos fijamos en la gráfica del estudio del Dr. Carl Benedikt Frey ( Oxford Martin School) y del Dr. Michael A. Osborne (Departamento de Ingeniería de la Universidad de Oxford), los sectores con mayor probabilidad de ser informatizados representan hoy el 47% del empleo en un país como Estados Unidos. Por tanto, esta tendencia supondrá un enorme reto para los gobiernos en materia de garantizar la empleabilidad de sus ciudadanos, los cuales han de ser formados, reorientados y reciclados, respecto de lo que hoy es su realidad laboral.
Evidentemente, la otra cara de la moneda la forman aquellos trabajos donde la interacción social, la creatividad, el ingenio, el talento… son las habilidades más necesarias. Empleos en empresas (ligados al contacto con el cliente o a la toma de decisiones), en la sanidad, el arte, en el entretenimiento… poseen un bajo riesgo para el reemplazo de personas por máquinas o software.
No se trata de una tendencia o de una previsión sólo para Estados Unidos, puesto que lo cierto es que ya hay movimientos en esta dirección en todos los países. Incluso en labores como la informática misma se sufre este efecto. Mientras la creatividad y el talento para ingeniar y crear nuevas aplicaciones y soluciones se produce en el primer mundo más desarrollado, la tarea de “tickar código” se externaliza hacia India donde hay gran cantidad de programadores a bajo precio. Pero aún así, estos, si no acaban añadiendo valor serán sustituidos por máquinas que generen el código necesario para llegar al producto final que se ha ideado en el primer mundo.
Viendo este vídeo, uno se da cuenta de que elegir ser taxista no tiene futuro… cuando casi puede no tenerlo un intérprete de rock (que sí el compositor). 😉
Taxi http://www.youtube.com/watch?v=cdgQpa1pUUE
Rock http://www.youtube.com/watch?v=3RBSkq-_St8#t=51
Todo este avance tecnológico está aquí. Lo que no tiene sentido es verlo como algo malo o lamentarse, ya que es inevitable. Se trata de analiza como uno lo anticipa y lo utiliza en su provecho, iniciando un replanteamiento de los requisitos de la empleabilidad, planificando aquellos conocimientos y habilidades que se han de aprender y dirigiéndose hacia industrias donde la sustitución hombre/máquina/software sea más difícil.
“Los analfabetos del siglo XXI no serán aquellos que no sepan leer y escribir, sino los que no puedan aprender, desaprender y reaprender”. A. Tofller.
13 09 30